Amigas y Amigos de CR SALSA. Quisiera darles la más cordial bienvenida a éste nuevo espacio llamado: #mazacoters. Una propuesta, sabrosa y tropical, para compartir con ustedes, experiencias y reflexiones, sobre el acontecer salsero en el mundo.
Recientemente, el Sistema Nacional de Radio y Televisión de Costa Rica (SINART), tuvo la gentil idea de hacer una entrevista al cantante costarricense radicado en Estados Unidos, Carlos Cascante, cantante de la Hispánica de Harlem, una de las orquestas de Salsa más importantes y reconocidas en el mundo entero.
La entrevista fue fabulosa. La agradecemos. Quedan historias que no se logran desentrañar con preguntas genéricas. Hay acontecimientos que no se ven a simple vista y para acceder a ellas, hay que saber llegar. De eso quiero hablarles hoy.
Mi primera gran inquietud como investigador de la música tropical salsera, ha sido buscar evidencias sobre orquestas de salsa en lugares tradicionalmente “no salseros”. ¿Existe alguna organización del sonido “mulato”? ¿Cómo y cuándo llega la conga a estos lugares?
En este sentido, la música de Guanacaste siempre ha estado colmada de ritmos alegres como el Punto guanacasteco, Parrandera, Tambito o Son nicaragüense, entre otros que fueron declarados por el Estado costarricense de los años 50, como: “Música Nacional”. Lamentablemente, tengo la impresión que dicha declaratoria terminó por ocultar otras expresiones artísticas que se manifestaron y desarrollaron en nuestra Región Chorotega, como la SALSA.
Y es que precisamente, hace unos años atrás, durante las vacaciones de Semana Santa, Carlos Cascante, visitó Costa Rica. Tuve la suerte de acompañarlo hasta su pueblo natal: Ortega en Santa Cruz. Allí, bajo el sol radiante de la Pampa Guanacasteca, conocí a su padre, Yamíl Cascante Barrantes, de 63 años de edad.
Cuenta Don Yamil, que en los años 70: “la conga no había entrado todavía y cuando se empezó a construir se hacía con parche de cuero de cerdo”. Con una mirada serena y de forma alegre, nos explicó que fue Paco Navarrete quien trajo la SALSA a Guanacaste y que por esa influencia, empezó a cantar y animar en un combo que tuvieron en Liberia. Ahí se inició como cantante, en una pequeña agrupación salsera llamada “La Brasil 71” que usaba marimba en lugar de piano.
Sobre las orquestas de entonces y ahora, cuenta que existían varias agrupaciones salseras en su tiempo que también interpretaban: boleros, cha-cha-cha y merengues como: “La Rosmeri”, “La ritmo tropical”, “La MoonRiver”, “Los Piters”. La primera marimba salsera la toco el grupo “Los Pochos” de Teófilo Cascante (Poncho). Más adelante llegaron Piquín y su séptima, “Son del Barrio”, “Combo de Matei” y Misael Villegas quien era un gran bongosero.
No obstante, al consultarle sobre registros sonoros, su silencio es un cruel testigo de cómo nacen y desaparecen grandes artistas, sin pena ni gloria. Es necesario, recuperar esta información sonora. Sé que el joven Alberto Vásquez de la Municipalidad de Carrillo, ha estado atento en buscar y desenterrar esas influencias sonoras. Alguien debe tener algún audio que nos permita reconstruir ese pasado.
Creo que la Salsa ha sido parte esencial de la historia guanacasteca, aunque discriminada por las políticas públicas costarricenses. Incluso, estoy seguro que ésta y otras sonoridades tropicales, alimentaron el amor de Carlos Cascante por la música, hasta llegar a hacer de él, ejemplo de superación y alegría para los futuros salseros de nuestra tierra.
Por: Iván Pitti.
Cantautor salsero.
Investigador de la música tropical.
Director del programa DesKarga Salsera.
salsatica@gmail.com